domingo, 10 de mayo de 2015

Monsanto: Ni ángel ni demonio


Recientemente el divulgador científico Eduardo Mulet sufrió un violento escrache en la Feria del Libro. ¿La razón? Su defensa a Monsanto. O al menos eso interpretaron los agresores.

Desde hace años existe una furibunda campaña organizada por sectores pseudoecologistas en contra de esta multinacional. Incluso existe el Día Mundial contra Monsanto. La principal acusación que se le hace es la de actuar como una trasnacional ambiciosa que quiere patentar todos los campos del mundo, que promociona los transgénicos y el uso del glifosato, que según los "ecologistas" es el peor pesticida que existe. Analicemos estas ideas.


Sobre los transgénicos ya hemos hablado en este blog. La idea de que los alimentos genéticamente modificados son perniciosos para la salud es falsa. La evidencia científica demuestra que muchos de esos alimentos son buenos para la salud y se debe seguir investigando al respecto. Por supuesto que también puede haber casos en donde resulten riesgosos, por eso es que se debe seguir trabajando. Rechazar "los transgénicos" como un todo es erróneo y anti-científico, al margen de señalar la falta de rigurosidad de aquellos estudios que pretenden demostrar que los vegetales de Monsanto generan cáncer o cosas similares.

La crítica puede provenir hacia los abusos con las leyes de patentes que hace Monsanto con respecto a los productores. En ese sentido estamos de acuerdo con que los descubrimientos científicos que mejoren las condiciones de vida no deben ser restringidos por motivos económicos. Pero eso no implica negarse al desarrollo científico o las investigaciones.


Sobre el glifosato (cuyo nombre comercial es Roundup), es mucho lo que se dice. Debe aclararse en primer lugar que la patente comercial de Monsanto venció en el 2000.

Con respecto al glifosato per sé lo cierto es que no hay evidencias científicas que sirvan para demostrar su elevada toxicidad. El mito dice que el glifosato es lo peor que existe, que genera cáncer, malformaciones y todos los males del mundo.

Realmente no hay estudios científicos que sirvan para demostrar esa afirmación. Recientemente la EPA (Asociación de Protección Ambiental de EEUU) concluyó tras varias investigaciones que la asociación entre glifosato y cáncer es muy baja. Un estudio de la Comisión Europea demostró que no existen efectos adversos grandes en su uso. Un famoso trabajo del año 2012 pretendía demostrar que el uso de Roundup era dañino para los embriones humanos, Pero un año después la revista que lo publicó decidió quitarlo por la falta de rigurosidad que ese estudio tenía.

¿El glifosato es tóxico? Seguramente, como todo pesticida. Pero en comparación con otros pesticidas es mucho menos tóxico y tiene un nivel de toxicidad muy bajo.

Por tanto, si los transgénicos no son malos para la salud y si el glifosato no es el terrible demonio que nos quieren hacer mostrar ¿Monsanto es bueno? No, para nada. Es una compañía trasnacional, y como tal incurre en todo tipo de acciones inmorales que le generan ganancias. Pero eso no es exclusivo de Monsanto, sino de la lógica empresarial.

Criticar a esta empresa por sus acciones es correcto. Pero usarla como mascarón de proa para atacar investigaciones que podrían mejorar sustancialmente la calidad de vida o la producción agrícola es inmoral.


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